Rodin

Rodin
Foto Karem Sánchez Noviembre 2015

domingo, 11 de diciembre de 2016

En memoria de un querido amigo, Yoav Ben Dov





Yoav Ben Dov
(1957 -2016)

Un gran amigo








DE LA AMISTAD 

Uno de los jóvenes dice: Háblanos de la amistad Y él responde, diciendo: Con tus amigos encontrarás la satisfacción a tus deseos. Ellos son, el campo que siembras con amor y cosechas con agradecimiento. Ellos son, tu mesa y tu hogar. Pues no temes presentarte ante ellos, con tu hambre y los buscas para el apaciguamiento en su compañía. Cuando un amigo revela el fondo de su pensamiento, no temes escucharlo abiertamente, sin cerrarte a lo que él te dice, y no tienes miedo de ir hacia el con el “SÍ” del asentimiento. Y aún, cuando sea silencioso, tu corazón está escuchando su corazón. Pues entre amigos, los pensamientos, los deseos y las esperas, nacen y son compartidas, espontáneamente, sin palabras. Cuando tengas que separarte de tu amigo, no te aflijas, pues lo que más amas en él, puede serte revelado mas claramente en su ausencia, como la montaña que ha sido escalada, es más clara, vista desde el llano. Y no busques en la amistad otra cosa que el profundizar en las cosas del espíritu. Pues el amor que no busca esclarecer su propio misterio, no es amor sino una red lanzada con la que no sabes qué tormentos hallarás. Que lo mejor de ustedes mismos sea para sus amigos. Si le das a conocer tus reveses de fortuna, hazle conocer también tus éxitos. ¿Pues qué haces de la amistad, si no buscas tus amigos sino para matar el tiempo? Busca más bien, su compañía, para vivir las horas. Pues él esta para llenar tus necesidades, pero no tu vacío. Y en la dulzura de la amistad guarda un lugar para la risa y un lugar para compartir el placer. Pues es en la fragancia   de las pequeñas gentilezas, que el corazón se torna matinal y fresco.

Khalil Gibran
(El Profeta)

martes, 18 de octubre de 2016

Luz sobre luz


'Nada que no sea la interacción directa y constante entre las fuerzas 
espirituales que emanan de esa Casa de Adoración asentada en el corazón 
del Mashriqu'l-Adhkár y las energías conscientemente desplegadas 
por quienes administran sus asuntos en el servicio a la humanidad 
puede en modo alguno proporcionar los medios necesarios 
y capaces de remover los males que han afligido a la humanidad 
durante tanto tiempo y tan gravemente.'
Shoghi Effendi


Regresé ayer de Santiago de Chile. Los últimos cuatro días de estancia en ese país austral constituyen una experiencia vital única que seguramente no se repetirá. Regreso con la impronta de las huellas indelebles en el corazón y la mente de la energías espirituales, emocionales, y afectivas liberadas al reunirse en Santiago cerca de 4700 personas provenientes de más de 130 países quienes expresaban el gozo de la ocasión en más de 53 idiomas diferentes.

El Movistar Arena, escenario multitudinario empleado generalmente para el montaje de espectáculos enormes con las grandes estrellas musicales del momento, reunió en esta oportunidad a estos centenares de almas en un objetivo común: La dedicación y apertura al público del Templo Bahá’i del continente sudamericano.

Durante la apertura, en lugar del estruendo de las ovaciones y aplausos para el artista de turno, se escuchó el más profundo y devoto silencio mientras se entonaban los sagrados versos de las Escrituras Bahá’is lográndose una comunión estrecha de las almas. Sesión tras sesión, acto tras acto, la intensa atmósfera de regocijo convirtió a extraños en amigos unidos en el afecto que surge de la unidad de creencias y propósitos.

Se reforzaron los rasgos de la identidad bahá’i al recordar las gestas históricas de quienes trajeron al continente americano las enseñanzas y principios de un mensaje espiritual renovador y curativo originado, en tierras lejanas de oriente a más 15.000 kilómetros de distancia. Se reconocieron con alegría la diversidad, la riqueza y la importancia de los pueblos originarios desde México hasta Punta Arenas. Finalmente, en lo que constituyó el latir vital de este encuentro magnífico se amplió el entendimiento sobre la función vital espiritual y social de los Templos, Casas de Adoración Baha’is, en los cuales la oración y el espíritu de servicio se conjugan. El lugar de reunión armónica de las almas.

¿Quién pudiera negar que a este mundo le hace falta paz, amor y unidad? Pocos espacios físicos o intelectuales convocan en espíritu de amistad y unidad a las gentes de todos los orígenes y creencias para reunirse armónicamente en torno a estos anhelados ideales. Los templos Baha’is, estos maestros silenciosos, son hoy por hoy, uno de esos lugares.

En esta ocasión histórica, cada participante en dedicación del Templo, se integró a alguno de los nueve grupos de 560 personas que por turnos realizaron su primera visita al precioso lugar. Bajo un cielo lluvioso los buses que transportaban a los amigos trepaban la cordillera de Los Andes envuelta en una espesa neblina avanzando en procesión reverente. La misma que luego, escalón tras escalón, cada creyente continuaría hasta las puertas de esta bella edificación que es símbolo de resplandor espiritual. Mientras llegaba el turno de la visita, el viento helado de la cordillera calaba los huesos, pero el frio era contrarrestado por el calor humano de quienes bajo una carpa blanca entonaban melodías y se avivaba el fuego del amor.

Al ingresar al recinto, nuevamente el silencio devoto que permite la conexión con lo trascendente y lo más íntimo del ser interior. Las voces melodiosas del coro resonaron vibrantes al entonar los versos sagrados y luego, el encuentro con esos dos Rostros amados y reverenciados.
Todo estaba cumplido. Finalmente, todo era luz sobre luz.


                                         Foto. Sam Saberin


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Peace, beyond a political agreement: A Statement by the Bahá’í community of Colombia



Peace, beyond a political agreement:
A Statement by the Bahá’í community of Colombia



The Baha’i community of Colombia has released an open letter appealing to all Colombians to seize an “historic opportunity” and work for the cause of peace. The letter comes in advance of the signing of a peace deal between the Colombian government and the Revolutionary Armed Forces of Colombia-People’s Army (FARC-EP) on 26 September.

“We have seen that small, voluntary acts of service can produce profound and lasting changes in families, children, and their neighborhoods," explained Ximena Osorio, a representative of the Colombian Baha’i community. "Each individual has the potential to become an active agent of social change and contribute to building a peaceful society.”

From Bahá'i World News Service Press release (http://news.bahai.org)/
25th September 2016



You can read the full statement here:


La Paz, más allá de un acuerdo político



La Paz, más allá de un acuerdo político
Declaración de la Comunidad Baháì de Colombia



'El propósito de esta declaración es transmitir a nuestros conciudadanos en el país que la comunidad bahá’í de Colombia comparte los sentimientos de alegría y esperanza que generan la llegada del fin de más de cincuenta años de conflicto armado, así como ofrecer nuestros pensamientos respecto a algunos principios y valores que consideramos relevantes para consolidar estos anhelos de paz y reconciliación en hechos concretos y duraderos.'    

Extracto de la Carta de la Asamblea Nacional de los Bahá'is de Colombia,  
22 de Septiembre de 2016
16 de'Izzar (Fuerza, 175 E.B    

Les invito a leer la declaración completa en este enlace.






domingo, 10 de julio de 2016

Proeza musical…, La vida una proeza.



Para R. J. Z. B, con afecto



Las proezas son inspiradoras. Implican un héroe o una heroína que con denuedo emprende una  empresa imposible. Luego de actos osados y valerosos cumple su cometido. Sin embargo, pareciera que el universo de la realización de las proezas se reservara solo para el mundo de la ficción tan popular entre los niños y jóvenes. Pareciera que las hazañas pertenecen a los superhéroes, la mujer maravilla o superman. Y justamente, como son   producto de la imaginación, sugieren estar  por fuera de la esfera de la vida cotidiana, del mundo de lo  posible. En otras palabras,  las proezas y  los héroes que las realizan  son inalcanzables para el común de los mortales. La mayoría de nosotros.

Hace poco y  por accidente, me encontré con la  magnífica realización de una proeza humana en un ámbito en donde rara vez se registran hazañas: el musical. Un video en youtube  reproducía la transmisión radial en vivo de un evento tradicional que cada año, entre julio y septiembre, realiza  la  BBC de Londres,  el Prom 2015.  Como  todos los años, se celebraba la música clásica y sus intérpretes.  En esta oportunidad, el lugar era  el Royal Albert Hall de Londrés. La fecha,  el 5 de septiembre de 2015. El artista,  el magnífico chellista Yo Yo Ma. La obra, las seis suites para chello de Johan Sebastian Bach. Lo singular, la interpretación continua, solo con un breve receso de 15 minutos, de todas las suites una tras otra. Los conocedores lo consideraron una proeza musical, intelectual y física.

La voz del presentador de la emisora radial inglesa me llevó a la evocación  uno de los más queridos recuerdos de mi infancia. Cuando las radio novelas activaban mi  imaginación  y recreaba los mundos y las aventuras de Arandú o de Kalimán y su querido amigo Solín. Cuando el cuerpo no daba para más y en compañía de mi querida abuela, mamita Aurita, pasábamos horas enteras tejiendo, bordando o leyendo.  La  voz clara, bien modulada, con  un inconfundible inglés con acento británico del presentador de la BBC y todo el audio de la interpretación, me hizo imaginar el evento así.

Los ojos, los oídos y los corazones de 5000 espectadores emocionados y expectantes se dirigían fijamente a   Yo Yo Ma y su chello. Los dos,   en la infinitud y soledad del escenario. El estudio sistemático y profundo por más de 40 años de vida musical  le permite  al artista recorrer de memoria las notas sublimes de la obra de Bach. Las sutilezas, los énfasis, la emoción y el virtuosismo hacen de esta una interpretación única, irrepetible. El esfuerzo físico, probablemente los músculos cansados, los estiramientos frente al público que le otorgan un carácter de humanidad a la proeza,  no hacen mella en una ejecución que los expertos consideraron impecable. A medida que, uno tras otro, se sucedían los 36 movimientos de las seis suites, se tejía entre la audiencia y el intérprete una conexión  más allá de lo corpóreo.  Se diría una experiencia de comunión cósmica, casi mística, espiritual.  Dos horas y 47 minutos de ininterrumpida y magistral interpretación. Pero hay más. Luego del aplauso fervoroso y la ovación admirada, luego de la expresión  de la emoción máxima y exultante, luego de regresar al escenario varias veces para recibir la lluvia de aplausos y el agradecimiento por semejante despliegue de virtuosismo,  Ma, en un extraordinario gesto de generosidad y más allá del límite de todas las energías ofrece al público un encore, el bono extra. En recuerdo de (y  tal vez en auxilio para) los que sufren en el mundo, interpreta una pieza adicional: El cant dels ocells. Obra emblemática convertida en  himno a la paz, gracias a otro sublime maestro de la interpretación del chello,  Pau Casals.

Creo que  las proezas   inspiran  porque, como seres humanos dotados de múltiples talentos y facultades, hemos sido llamados a cumplir el propósito de nuestra vida. Ella es en sí misma una gran hazaña. Es allí donde se encuentra su sentido y su significado. El asunto es que a veces perdemos de vista que nuestra existencia, es tal vez la más grande proeza que podemos realizar. Esfuerzo sistemático, estudio constante,  humildad frente a la tarea, generosidad, entre muchas otras características, se encuentran entre las claves para afrontar la empresa y realizar la proeza. ¿Quién se animará a escuchar  la interpretación? De pronto, el solo hecho de escuchar  y seguir cada nota será la hazaña del día para algún oyente que encuentre en la música el solaz a sus dificultades, el alivio en tiempos difíciles. Eso es lo que anima a Yo Yo Ma  diariamente a realizar sus proezas musicales.







‘El arte del músico está entre aquellas artes que son dignas de máxima alabanza y conmueve los corazones de los acongojados. Por tanto, (…), toca y canta las santas palabras de Dios con maravillosos tonos en las reuniones de los amigos, para que el oyente se libre de las cadenas de la tristeza y la pena, y su alma salte de alegría y se humille en oración al dominio de Gloria.’
‘Abdul-Bahá

                                                                               Selección de los Escritos (74.1)










domingo, 29 de mayo de 2016

Misión: Consolar y procurar el bienestar de las personas…

Para uno que  consuela, el Dr. Augusto Ramirez

Desde hace tres meses enfrento una  condición de salud que ha puesto a prueba todos mis recursos espirituales, físicos y emocionales. Una parálisis de Bell que afecta el lado derecho de mi cara. Su manifestación más visible es la deformidad que produce y que ha hecho que en ciertos espacios se me reconozca como la señora de la cara torcida. Después de la primera semana de su manifestación desapareció el dolor inicial. Solo quedó la rigidez y la asimetría facial que con los más variados tratamientos, convencionales y alternativos, además de mucha paciencia empieza a ceder. El remedio más certero para el alivio, me dicen todos, es el tiempo y la paciencia. Conversando sobre lo intempestivo de su aparición, uno de mis hijos me ha dicho que esta es mi ‘enfermedad de reflexión’. Después de casi doce semanas de sentir que navego en montañas rusas físicas y emocionales creo que él tiene toda la razón. Esta, como muchas otras enfermedades graves y no tan graves,  me ha brindado  la oportunidad de reflexionar sobre  aspectos que los afanes y trajines de la vida cotidiana normal no dejan percibir en toda su magnitud. A algunos de ellos quiero referirme en esta oportunidad.

En primer lugar,  al enorme amor, cariño, afecto, solidaridad, apoyo, paciencia y comprensión de familiares, amigos, colegas, estudiantes y conocidos. Todos con sus oraciones, voces de aliento y esperanza me han ayudado a sobrepasar los pozos profundos de la desesperación y el desaliento cuando éstos me han atacado en los momentos más difíciles. ¡Cuánto aprecio ahora como receptora agradecida el significado de cada uno de esos términos que expresan cualidades y virtudes! Las flores, tarjetas, mensajes alentadores, saludos enviados, los pensamientos… hacen parte de ese necesitado bálsamo curativo.

En segundo lugar,  lo mucho que significa en estos tiempos que corren el  poder tener acceso a una atención médica integral y oportuna. Algo que hoy, al leer las noticias en los medios de comunicación,  parece ser el privilegio de unos pocos y no de todos como debería ser al tratarse de uno de los más elementales derechos humanos: El derecho a la atención de la salud. No puedo menos que agradecer a todo el personal del Servicio Médico de la Universidad del Valle que de una manera  u otra me ha acompañado y me sigue acompañando en este proceso. Pero más allá de la oportunidad en la atención, en otorgar las autorizaciones para realizar los más variados y complejos exámenes diagnósticos y  terapias, así como para reclamar los medicamentos; lo que más  agradezco ha sido su trato humano, empático y de consuelo. Los doctores Olave, Restrepo, Paz, Díaz, Rojas,  también  la jefe Gloria, me han ofrecido sus palabras tranquilizadores cuando más las necesitaba. Me trataron como la persona y ser humano que soy y no como el número abstracto y anónimo de las historias clínicas que identifica a los pacientes en la mayoría de las  instituciones de salud de este sistema que a todas luces naufraga en la lógica del lucro y la ganancia empresarial, o de su bancarrota.

Finalmente, quiero referirme al título de esta entrada. Lo leí al azar, casi por suerte y en uno de los más tremendos momentos de angustia, en una de las paredes de Holística Medicina Integral donde el Dr. Augusto Ramírez atiende a sus pacientes con terapias alternativas como la acupuntura y la homeopatía.

En mi quehacer docente y profesional en una Facultad de Administración, son muchos los enunciados de Misión que leo como parte de la caracterización y  planeación estratégica de las más variadas organizaciones. Para escribir esta entrada revisé los enunciados de algunas entidades de salud. Las expresiones  más frecuentes son  ‘satisfacer las necesidades de salud’, ‘la competitividad, la labor en equipo, la excelencia, la humanización y dignificación de la persona’, ‘mejorar la calidad de vida’ ‘ofrecer calidad y seguridad en la atención’. Todas ellas son muy loables e importantes de llevar a la práctica. Pero solo en ésta sentí que la misión de la organización, más que un cuadro protocolario en la pared, se dirigía a mí como paciente, como ser sufriente, como ser humano: ‘Consolar y procurar el bienestar de las personas ofreciendo diferentes servicios de medicinas alternativas’.
Y en verdad, ¡Que tan importante es consolar! Como formal gramatical  que denota acción,  el verbo, en sus diferentes acepciones implica aliviar, ayudar, tranquilizar, mitigar, alentar, animar, confortar, calmar, desahogar,  serenar  la pena, el disgusto, la aflicción, la pesadumbre, el dolor, la congoja, el pesar,  la consternación o la desolación de una persona, en suma mejorar el estado anímico. En un sentido amplio y general, y no solo en lo relativo a la enfermedad física ¿Quién no requiere de consuelo, en estos días? De hecho, consolar y procurar el bienestar de los demás debería ser, en aras de nuestra condición de humanidad,   la misión de todos nosotros. Un permanente y elevado acto de altruismo y generosidad.
Puesto que consolar se relaciona con alegría y tristeza les dejo con este fragmento del querido Khalil Gibran, hoy que casi terminamos mayo.





 Los dos cazadores
[Cuento. Texto completo.]
Khalil Gibrán



Cierto día de mayo Alegría y Tristeza se encontraron a orillas de un lago. Se saludaron y se sentaron junto a las tranquilas aguas y conversaron.
Alegría habló sobre la belleza que reina sobre la tierra, del cotidiano encanto de la vida en el bosque y entre las colinas, y de las canciones escuchadas al amanecer y al anochecer.
Y Tristeza estuvo de acuerdo con todo lo que Alegría había dicho; pues Tristeza conocía la magia de la hora y la belleza de aquellas cosas. Y Tristeza habló con elocuencia cuando se refirió a los campos y a las colinas de mayo. Alegría y Tristeza conversaron un largo rato y estuvieron de acuerdo con todas las cosas que conocían.
En ese momento pasaban por la otra orilla dos cazadores. Miraron hacia la otra ribera y uno dijo:
-Me pregunto quiénes son esas dos personas.
Y el otro dijo:
-¿Has dicho dos? Yo veo sólo a una.
El primer cazador respondió:
-Pero si hay dos.
Y el segundo:
-Según veo hay una sola, y el reflejo del lago es sólo uno.
-No, hay dos -respondió el primer cazador-. Y el reflejo sobre las aguas tranquilas muestra a dos personas.
Pero el segundo repitió:
-Sólo veo a una.
Y el otro:
-Veo a dos personas, y muy claramente.
Y, aún hoy día, un cazador dice que la otra ve doble; mientras que el otro repite: "Mi amigo es algo ciego".

FIN

lunes, 22 de febrero de 2016

Hércules y la mariposa



Para A, una bailarina, una artista


El mundo no puede seguir como va. Y por mundo quiero decir los seres humanos, las relaciones entre ellos, y entre ellos y la naturaleza. No puede continuar la guerra implacable con saldos de muerte insostenibles. No puede continuar la desvalorización de la vida humana y sus realizaciones artísticas, científicas y culturales   más elevadas. No puede continuar la mercantilización de todo y de todos. No puede continuar el triunfo de la indiferencia, la apatía y el cinismo. No puede continuar la ceguera e indolencia  frente al poder transformador del amor, la compasión y la generosidad. ¡No puede continuar!

‘De poder, se puede’ dirá el cínico. Sí, es verdad. Pero esta vez lo que está  en riesgo es el reconocimiento de la naturaleza noble y superior del ser humano, la supervivencia de la especie humana  y del planeta en que habita, entre muchas otras cosas ¿Podemos darnos el lujo de seguir por la senda actual? Difícilmente. Quienes coincidan con este punto de vista inevitablemente resultarán preguntándose ¿Cuáles son, entonces, las posibilidades del cambio? ¿En manos de quién está? ¿De otros y no de nosotros? ¿De cada uno?

Las muchas posibles respuestas a estos interrogantes pueden agruparse al menos en dos grandes vertientes. La primera es aquella que descarga toda la responsabilidad en un abstracto  e indeterminado ‘otros’ alejando así la posibilidad de acción del ámbito individual y personal. Cambiar el mundo y transformarlo es tarea de otros: Los que se encuentran en los ámbitos de poder (político, económico, financiero, administrativo) y pueden tomar las grandes decisiones.  Son  los poderosos, quienes como hábiles titiriteros de este gran teatro, pueden manejar los hilos de una humanidad aparentemente inerme, inconsciente y subordinada.

Una segunda vertiente, resuena y recoge un cierto sentido de impotencia en el cual las voces de quienes se expresan, apabullados  por la magnitud de la tarea,  apuntan  a destacar su inferioridad  en número,  en  alcance e influencia de cara a  los prevalecientes  ámbitos de poder. De estas consideraciones solo resulta la parálisis, la inacción. Pareciera entonces que nos encontramos en la sin salida. ¿En dónde se encuentran los héroes destinados para acometer tan grandes hazañas, imposibles a toda luz?

Tal vez Hércules, el mítico héroe griego, evoca  el mejor ejemplo de quien logra lo imposible, lo sobrehumano. En razón del capricho de los dioses del Olimpo se ve obligado a elegir entre el vicio y la virtud, optando por ésta última. Sujeto de la ira de Hera, se ve condenado a cumplir penitencia por un terrible crimen cometido: los famosos doce trabajos de Hércules. Vencer lo invencible, modificar lo inmodificable, lograr lo imposible gracias a su extraordinaria fuerza,  potencia y astucia. No en vano llega hasta nuestros días el adjetivo ‘hercúleo’ para referirnos a aquello que exige un esfuerzo más allá de lo humano.  

Pero ¿Será definitivo que las grandes transformaciones y cambios se producen solo gracias a las poderosas fuerzas de ese abstracto ‘otros’? ¿Qué papel el común de los mortales,--que somos todos, estamos llamados a desempeñar? No acepto como respuesta a este interrogante ‘ninguno’.

Según la teoría del caos, bajo ciertas condiciones un pequeño cambio puede generar grandes transformaciones. Bien lo ilustra Ray Bradbury en su fabuloso cuento el Ruido de un Trueno[1]. En este sentido, resulta inspirador el  antiguo proverbio chino del cual toma su nombre el llamado efecto mariposa: el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo".  Esta imagen destaca las posibilidades de las pequeñas acciones como generadoras de grandes cambios.

Me resulta inevitable pensar en el texto de los Escritos Sagrados Bahá’is: “El mejoramiento del mundo puede ser logrado por medio de hechos puros y hermosos por medio de una conducta loable y correcta”. Esta es, en verdad, una forma del batir de las alas de la mariposa al alcance de todos. Aunque a veces hasta este  batir de las alas de una mariposa puede resultar una labor hercúlea. Pero ciertamente, vale la pena, produce su efecto y contribuye a la transformación.

 Foto: Karem Sánchez

                                                       



[1] http://www.xtec.cat/centres/a8031034/DEPARTAMENTS/LLENGUA_I_LITERATURA_CATALANES/PEPPARE/documents/Ray%20Bradbury%20-%20El%20Ruido%20de%20un%20Trueno.pdf