Son todo un problema. No solamente por las razones que tal vez usted se puede estar imaginando. Este problema tiene múltiples caras y hoy quiero explorar al menos una.
Quién que haya viajado dentro de su país o a países extranjeros no se ha enfrentado con el dilema de hacer la maleta. Cuando se hace, no solo tiene que tener en cuenta qué es lo que necesita llevar para su viaje sino cuánto va a pesar. El asunto es menos grave cuando viaja en transporte público y por tierra. Allí los factores determinantes para el tamaño y el peso del equipaje son, por una parte, la resistencia y calidad de la o las maletas, esto es, cuánto le puede poner sin que se rompan los cierres o cremalleras ni salgan volando las manijas; la bodega del automóvil que empleará para llegar a la terminal de transportes; interviene, también, cuánto peso el viajero o sus acompañantes son capaces de levantar. Finalmente, el último factor es el tamaño de la bodega del bus o buseta en el que viaje y de lo que los compañeros de viaje lleven también como equipaje.
Sin embargo, cuando se viaja por avión, otra es la situación. Además de las consideraciones anteriores se debe tener en cuenta la sentencia lapidaria de las compañías aéreas: “20 kilos para vuelos nacionales” o “dos piezas de 23 kilos para viajes internacionales”, y eso dependiendo de la compañía. Así pues, viajar implica pensar en los kilos de más… los de su equipaje. Sin embargo, lo que en un viaje planeado de negocios, vacaciones o visita familiar no pasa de ser un asunto logístico manejable y hasta divertido se torna en drama humano, en otro contexto.
¿Qué de los que tuvieron que viajar centenares de kilómetros o cruzar del océano para buscar mejores oportunidades y la realización de sus sueños? ¿Qué de los que después de muchos años de ganar con el sudor de su frente y sus lágrimas el sustento para los que dejaron atrás regresan con la ilusión del reencuentro o con la desilusión de la frustración? ¿Qué de los que de la noche a la mañana tuvieron que huir forzosamente apenas con lo que llevaban puesto? Para todos ellos, los kilos en sus maletas, o los kilos que no pudieron llevar tienen otro valor. Son los migrantes y los desplazados. ¿Cuántos son? ¿Hacia dónde van? ¿Cuál es su destino?
señala que: ‘Hay mucho más migrantes internacionales en el mundo de hoy que los que nunca antes se habían registrado - 214 millones según la ONU DAES (2009)[i] - y su número ha aumentado rápidamente en las últimas décadas, frente a 191 millones en 2005. Si la población inmigrante continúa aumentando al mismo ritmo de los últimos 20 años, el número de migrantes internacionales en todo el mundo para el año 2050 podría llegar a ser de 405 millones. Al mismo tiempo, los migrantes internos suman 740 millones de personas (PNUD, 2009). Así, el número total de migrantes hoy son un poco menos de mil millones en todo el mundo.’
El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas también indica que el 57% de todos los migrantes viven en los países de altos ingresos y constituyen aproximadamente el 10% de su población total. De acuerdo a los últimas cifras del Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Forzado (IDMC, 2009)[ii], se registraban 26 millones de desplazados internos en el mundo. Sudán es el país que registra mayor número, con 4.9 millones de personas seguido por Colombia, con un número estimado de 3.3 millones que pudiera ser mayor. Siguen en orden de magnitud de desplazamiento Zimbawe, Etiopia y Afganistán.
Los que tienen que lidiar con estas maletas o sus ausencias hacen parte de un fenómeno local y global que requiere soluciones tanto locales como globales. No en vano uno de los temas, un tanto deshumanizado, que ocupa los primeros lugares en las agendas públicas de discusión es qué hacer con los migrantes y los desplazados, como si ellos fueran a su vez maleta y equipajes acomodables.
Lo que se encuentra en juego aquí es la recomposición étnica, social y cultural de las ciudades, regiones y países expulsores y receptores de poblaciones; las posibilidades de ‘integración’ y ‘asimilación’; el logro de una nueva cohesión social que reconstruya sociedad y ciudadanía; la oportunidad de encontrar significados concretos para explorar todo el potencial de la riqueza de la unidad en diversidad que inexorablemente atestigua este mundo global.
Pero más aún, lo que se encuentra en cuestión y lo que requiere urgente solución es modificar las penosas condiciones sociales, económicas, políticas y culturales que obligan a tantos millones en el mundo a hacer sus maletas de afán con esos kilos de más… o de menos.
Mientras buscamos alternativas, aquí este poema hecho canción del español Pedro Lezcano
http://www.youtube.com/watch?v=uCmjRClIbCE
http://www.youtube.com/watch?v=uCmjRClIbCE
[i] United Nations Department of Economic and Social Affairs (UN DESA)
2009 Trends in International Migrant Stock: The 2008 Revision. UN DESA, Population Division, New York, http://www.un.org/esa/ population/publications/migration/ UN_MigStock_2008.pdf
[ii] Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC) 2009 Internal Displacement: Global Overview of Trends and Developments in 2008,
http://www.internal-displacement.org/8025708F004BE3B1/(httpInfoFiles)/82
DA6A2DE4C7BA41C12575A90041E6A8/$file/IDMC_Internal_Displacement_Global_Overview_2008.pdf